Viaje al Quishuar de Agucha.
Localización geográfica.
Perú. La Libertad, Bolívar – el Quishuar.
Viaje realizado en compañía de mi hermana Miriam.
Primer Día.
Salida de Trujillo hacia Huamachuco y Condormarca.
Segundo Día.
Salimos de Condormarca a las 8 de la mañana y llegamos al Quishuar a las 7 de la tarde.
En esta aventura nos acompañaron un matrimonio con su hija de 14 años (Jesús Panchita y Flor). Estas personas cuidan el ganado del dueño del Quishuar (Francisco Llaury)
Francisco nos prestó su cabaña en el Quishuar y el matrimonio con la niña fueron nuestros guías.
La ruta se hace en gran parte por el Camino Inca y pasa por el cerro San Francisco ¡majestuosa montaña!! Continuamos el camino hacia el valle de Guarungate y desde lo alto se divisa el rio haciendo meandros impresionantes, este rio luego lo tendremos que cruzar. No sin antes reponer fuerzas, comemos al lado del río.
Continuamos la ruta y tengo que decir que: me impresionó mucho ver tramos del Camino Inca tan bien conservado y que son utilizados por las personas de la zona. Este camino pasa por la laguna Traga plata, que se dirige hacia el Gran Pajatén, Patáz y continúa por la red de caminos inca.
Siguiendo el camino, pasamos por el Río Quishuar; luego cruzamos el Rio Tragaplata y cómo no. ¡Sorpresa!! Nos encontramos con unas cabañas de la mina “la Poderosa”. Tienen un proyecto de hidroeléctrica, han quemado la vegetación autóctona y están sembrando eucaliptos. Qué pena… ya nada será igual, las minas contaminan, eso “lo sabemos todos”.
Para llegar a la choza (nuestro hospedaje) nos falta todavía, tenemos que volver a cruzar el Rio Quishuar para ir caminar por la orilla de la Laguna del Quishuar para adentrarnos en una zona de bosque (bromelias, arboles inmensos y centenarios, flores y muchos colibrís), pajonales y mucho lodo (barro). Llegamos al Rio Contadera que desemboca en la laguna del Quishuar. Aquí tiene su choza Francisco. Nuestro hospedaje.
En la montaña a 4 mil metros sobre el nivel del mar, casi siempre llueve. Así que llegamos cansados y mojados, pero con un impresionante paisaje en mi retina. Y solo era el primer día. Llegamos al refugio (choza) y todos teníamos ganas de pescar truchas, tuvimos suerte. Nuestra cena fue trucha frita.
Tercer día. Nombre de la ruta. Ruta circular por la laguna del Quishuar.
Nos levantamos pronto y sobre las 7.30 comenzamos la ruta por la derecha de la laguna, para luego cruzar el río Quishuar, subimos por el camino del atajo viendo cascadas y todo el entorno de la laguna, hacemos un descanso en una cueva y aprovechamos para comer refugiados de la lluvia.
Continuamos por una zona de pedregal (rangra) por una ladera muy empinada hasta llegamos a la laguna seca. Esta zona es impresionante, es todo turberas (se mueve como un colchón de agua)y una vegetación que se mantiene intacta. Estamos en la zona más alta a 4,300 metros más o menos, momento de mirar alrededor y hacer todos los vídeos y fotos que nos apetezca.
Cuarto día.
Subida a la laguna Contadera.
Fue un día de descanso, recorrido corto, baños y pesca, Jesús se fue en busca de venados, regresó tarde y no trajo nada. Las tres chicas subimos siguiendo el curso del río contadera queríamos pescar. Pero ese día no tuvimos suerte, no pescamos nada. Al llegar a la laguna, Miriam se bañó. Luego seguimos subiendo hasta la choza de Américo (dueño de Contadera).
Yo, subo mucho más arriba por la montaña para ver mejor el paisaje, sigo subiendo y casi llego a ver el alto de San Francisco. La lluvia no me da tregua, llueve muchísimo y tengo las botas caladas. Después de hacer videos del paisaje con lluvia y niebla, comienzo la cuesta abajo de regreso para llegar con sol justo a tiempo de cargar las baterías.
Nota: Tengo que hacer una aclaración que es muy importante, sobre todo para la gente que nos gusta hacer sedentarismo. Cuando hablo de baterías, me refiero a cargar el móvil y la cámara de fotos. A 4000 metro de altura donde no hay nada y el cambio de temperatura es brutal, las baterías y las pilas amanecen descargadas. Motivo por el cual hay pocas imágenes de esa zona. Por suerte fui preparada. Me lleve un cargador solar. ¡Qué maravilla de invento !!! Es como una pequeña manta que se extiende sobre la mochila y con los rayos solares se va cargando directamente el móvil y la cámara.
Quinto día.
Nos levantamos temprano y salimos dirección a la laguna de la Rinconada. Yo voy por lo alto para hacer fotografías, voy casi sola todo el tiempo, porque ellos se han quedado buscando carnaza para las truchas y luego se han puesto a pescar. He Llegado a la Rinconada un poco cansada, luego llega Miriam y mientras esperamos a los pescadores decido subir un poco más la montaña para grabar videos de la Rinconada, uno de los videos más bonito de mi viaje.
Video de la Laguna de la Rinconada. El paisaje y las vistas panorámicas son impresionantes. Sitios como este, son difíciles de describir, es tanta la soledad y la inmensidad que hay en este sitio que, por un momento me sentí una intrusa en ese paraje idílico. Como turista creo que soy la única que ha pasado por aquí, solo llega aquí el que viene a buscar el ganado (el dueño del potrero).
Comemos y a continuación subimos a lo alto de la peña buscando la laguna seca (las Nietas) y la parte boscosa de la peña negra. Cuesta mucho subir, está localizada en un rincón donde solo pueden subir venados (ciervos) y osos. Es una zona inaccesible… vamos buscando el camino que hacen estos animales. La única pega que le pongo a este sitio, es que una parte de la zona está quemada por lo demás, merece la pena llegar a ese sitio, tiene un mirador espectacular, porque está ubicada en la parte superior de la montaña al del fondo del valle. Es uno de esos rincones mágicos que están escondidos.
Es una zona totalmente virgen, se encuentra en una pequeña plataforma escondida y de difícil acceso, al llegar nos da la bienvenida una laguna llena de vegetación lacustre rodeada de cascadas, cae el agua por todas partes en forma de pequeñas cascadas que con la caída del agua ha formado meandros profundos y transparentes dentro de la laguna. Es un sitio tan inaccesible que aquí no hay ni truchas, porque no pueden subir por las cascadas que son muy pronunciadas. ¡Qué maravilla de lugar! Aquí no existe alteración por parte del hombre.
La vuelta lo hacemos por la parte superior de la Laguna, de esta manera hacemos una ruta circular al rodear la laguna de la Rinconada. Es hora de las fotos, los vídeos y sentarse un momento a meditar en medio de una inmensidad y una soledad absoluta.
Comenzamos el descenso con un desnivel de 250 metros más o menos y llegamos al río. Nos ponemos a pescar, Jesús carga a panchita para cruzar el río y se caen al agua los dos. De camino nos llevamos las vacas, hay que poner el bozal (chiquerear) al ternero, para la leche del desayuno. Toda una aventura, las vacas no quieren ir con nosotros.
Sexto Día
Ese día nos separamos, Miriam y Flor se quedan en casa, Jesús, panchita y yo, subimos por la laguna contadera, comemos y panchita se regresa a Condormarca acompañada de su perro.
Jesús y yo nos vamos a ver Pampa Hermosa. Es otro valle que está dentro del Parque Nacional del Río Abiseo. Subimos a mitad de la pendiente (ladera) rodeando la laguna hasta llegar al fondo de la montaña desde donde se divisa las lagunas, toda la montaña y el valle de Pampa Hermosa.
Descansamos un poco observando las dos vertientes, podíamos ver tanto el valle de Pampa Hermosa, así como el valle de la laguna Contadera. Hacemos fotos, hay niebla en las cumbres y el panorama del sitio es magnífico, con una belleza paisajística de flora y fauna imponentes. Nos hizo un buen día. Comenzamos el regreso y decidimos hacerlo en forma circular para poder visualizar la parte contraria de la montaña y de la laguna Contadera.
Llegamos a una zona rocosa y nos encontramos vizcachas tomando el sol (son roedores muy difíciles de localizar, tiene un pequeño parecido a una liebre), Jesús las quiso matar pero, por suerte ¡la escopeta no funcionaba!! Se había pasado 4 días cargando una escopeta estropeada.
Después de fotografiar y grabar las vizcachas continuamos rodeando la laguna. ¡¡¡Qué maravilla!!! Ese día llegamos casi a los 4500 metros sobre el nivel del mar, unas vistas panorámicas impresionantes desde el “Cerro Contadera”. Sin temor a equivocarme diría que este es el mejor mirador de las lagunas del Quishuar. Llegas a ver el total de las tres lagunas: Contadera, la Rinconada y la del Quishuar. Un día duro, sobre todo para las rodillas, porque ahora toca bajar un desnivel de 500 metros. Llegamos casi de noche y yo muy pero muy cansada.
Séptimo día.
Ruta de lagunas: Belacho, las Piezadas, las Ancadas y vista de las lagunas Tragaplata, Barrosa, Jerga, Capadora y Toro.
Nos levantamos muy pronto y comenzamos nuestra última ruta. Caminando por el lado izquierdo de la laguna del Quishuar llegamos al río que une las dos lagunas: Quishuar y Rinconada, cruzamos el rio y empezamos a subir la montaña. Poco a poco fuimos ascendiendo hasta llegar a la primera laguna de nombre Belacho. Tranquila, amplia, transparente… casi circular y con mucha vida animal (patos, truchas…).
Antes de seguir subiendo nos dirigimos a ver el valle de los Chochos, este valle hace frontera con el Parque Nacional del Río Abiseo y desde lo alto podemos disfrutar de esta maravilla de valle con el río haciendo hermosos meandros.
Retrocedemos y seguimos ascendiendo, ahora nos dirigimos hacia la montaña más alta de la laguna del Quishuar, en pleno ascenso nos encontramos con dos lagunas enclavadas en plena altura. Están tan juntas la una de la otra que se llaman las Piezadas.
Las lagunas recogen el agua de la montaña alta y la una está a pocos metros de la otra, son tan ¡naturales, místicas y tan acogedores! que no me quería ir de ese rincón mágico. Según Jesús (guía) esta zona es desconocida incluso por la gente de la zona.
Continuamos subiendo a la cima de la montaña para pasar al otro lado del cerro (detrás). La subida es dura, ya no hay camino, seguimos a Jesús, que nos lleva por la senda de los osos, encuentra rastro de un oso que va delante de nosotros. Nos embarga la emoción y nos olvidamos que hermoso pasado los 4500 metros de altura.
Tengo que decir que al llegar a la cima miré a mí alrededor y le di a mis ojos el mejor regalo del viaje. ¡Que pasada!!! El mejor mirador que he visto hasta ahora. Ríos, quebradas, cascadas, valles, lagunas… todo de un solo golpe de vista. Seguimos la ruta y comenzamos a descender, lo primero que vemos al fondo son dos lagunas con una forma muy peculiar.
llegamos a una zona llana donde acababa de comer el oso, Jesús empezó a seguirlo pero no encontró nada. Continuamos bajando con dirección a las lagunas que se llaman las Ancadas.
Como formación y enclave creo que son las mejores lagunas de la zona. Por un lado, el agua cae como un pequeño manto sobre la roca del cerro inmenso. Y por el otro lado, hay dos llanos (lagunas) como plataformas a distinto nivel. Están hechas a la perfección. Momento de disfrutar de estas dos lagunas, pero el tiempo apremia y hay que seguir la ruta.
Por un lateral de las lagunas subimos al “cerro bola”, el último mirador antes de nuestro regreso. Este es otro mirador que nos da una perspectiva de todas las lagunas en valle de Traga plata: lagunas Capadora, Traga plata, Jerga, Barrosa y laguna del Toro. Vemos también, otro tramo del Camino Inca, que atraviesa todas las lagunas y continúa con dirección al Gran Pajatén.
Momento de fotos, vídeo y de disfrutar del último y mejor mirador del valle. Girando en círculo, se podía dominar todo el paisaje a nuestro alrededor: montañas de 5 mil y pico, ríos, quebradas profundas, amplios valles y por supuesto además de disfrutar de la vegetación de la zona: orquídeas, cactus en especie miniatura, y mucha vegetación autóctona. Seguimos bajando para terminar cruzando el río Quishuar y hacer otra vez un recorrido circular.
Esta fue una ruta dura, la ruta más dura de los 7 días de recorrido por el Quishuar de Agucha. Pero sin duda una de las mejores rutas que he hecho.
Si me has acompañado en este viaje desde tu sillón, te doy las gracias y espero haberte transmitido parte de mis vivencias (aventuras) de mi paso por el Quishuar de Agucha. Este viaje lo llevo en mi corazón y en mi retina.